Vocán de Pacaya 1 de Septiembre 2006
Habiamos estado pensando por mucho tiempo que queríamos ver tan impresionante momento, tomar lo que fuera necesario, e ir y subir o arrastrarse o morir en el intento si era necesario, y es que cuándo? Cuándo iba a poder ser posible ver eso de nuevo? Yo tendría que darle la vuelta al mundo otra vez y esperar que el destino fuera favorable y que me dejara una erupción volcánica para mi solito y cuando yo quisiera... pero ese no iba a ser jamás el caso y antes de dejar al destino que me saliera con un „hoy no puedes, tienes mucho que hacer“ decidimos... Hoy estamos! mañana quíen sabe? y por entre las ramas de los árboles hemos de subir si hay que hacerlo, no vamos a dejar que nada se nos cruce en el camino para llegar hasta donde se nos acabe la tierra, donde empecemos a experimentar el calor refurgente del fuego de Dios, del mundo derretido, de lo que esta hecho el planeta, del coooraaazóóón de la realidad! justo enfrente de nuestras caras, aunque sean días y días de viaje, aunque se nos ampollen los pies y las manos y los huesos crujan hasta que...bueno...se armó el grupo y subimos, finalmente y gracias a Dios hasta la mitad del camino en las dos Trooper 4x4, gran aventura, verlo desde lejos, de la carretera para hacia Palín, pasando la Bolivar, la Aguilar Batres, la Villalobos, Villanueva, Amatitlan, Automariscos, una colonia al lado de la carretera bien fea llena de casitas iguales hasta donde se pierde la vista que pareciera que las hubiera empollado como huevos un gigantesco insecto y, por entre las montañas antes de bajar a Amatitlan ya se observa el brillo en la punta del volcán, el brillo rojo alba que entre las nubes refleja el caldero divino, imposible de recrear artificialmente (o por lo menos sin una considerable inversión) de la lava, que en una esquinita, ilumina recatadamente el cielo chapín de las 8 de la noche. El crisol de la tierra, el infierno de cerca y, solo necesité armarme de ganas para subir este precioso pero intempestivo Volcán de Pacaya, una expedición a las entrañas de la tierra. Ahora el volcán es un área protegida, lo cual significa que idealmente ya no te asaltan en el camino de subida o bajada o corres el riesgo de que te maten o te violen, así que al final sí se les prendió el foco para que el turista o visitante se sienta seguro. Así que despues de dos horas y media de camino hacia arriba quemando calorías y la paciencia, me fabricaba yo el dolor de piernas de las siguientes semanas cuando lo vi... el cono Mckinley, o por lo menos lo que yo recordaba desde la última vez que vi ese volcán tan de cerca, recordé que según yo había explotado en 97 o 98 arrojando la ceniza hasta los techos de la capital incluyendo mi casa (que está considerablemente lejos!), pero noo, resulta que todavia estaba allí, (explotó otra cosa seguramente) y en la punta se encontraba hermosamente matizado a no ser por la niebla que empezaba a comerse el paisaje, el rojizo fulgor de la lava en vivo y a todo color. Me sentí profundamente inspirado para seguir. Acercándonos al final de recorrido Rodrigo y yo caminamos entre el rio seco de lava que habia empezado a bajar por la ladera para finalmente del otro lado encontrar el camino de subida. Aunque usted no lo crea, la lava produce sonido, suena como a cerámica resquebrajandose, cuando sale del torrente e intempestivamente se solidifica, algo maravilloso, el centro de la tierra presentado ante mí con todo su fulgor resplandeciente y su calor abrazador. Solo el silencio de la montaña puede poner el telón de fondo a tan maravilloso espectaculo, lleno de energía telúrica y provocante estupor. Poco a poco la lava fluye y va ocacionar quien sabe que, pero algo es claro, es un escenario de cambio, talvez para otras cosas también, la gente, el país, la sociedad, el espiritu, me gustaría creer que así será. Si usted vive en Guatemala o piensa viajar y todavia no ha visto tan mundialmente único evento, creo que puede ser un espectaculo de solo una vez en la vida, así que saque usted sus conclusiones. De entre mis fotos esta es la que más me gusta, recuerdo de cuando tuve un torrente de lava a 1 metro de mi.
Hoy es Tooj
2 Comments:
Impresionante relato, de verdad!!
Yo también alguna vez soñe con estar muy cerca de un volcán que escupiera lava, pero a diferencia tuya, sólo era un sueño, un deseo.
Me pareció hermosa la imagen de la lava con sonido a porcelana siendo añicos.
Un gusto pasar a saludarle de nuevo.
Asi me sentí exactamente, como un sueño y entre la niebla hubieron comentarios como, ya se como se sentía Frodo camino a la Montaña del Destino :)
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