Esa música escurridiza
La música es para mi la sublimación terrenal, es un idioma universal, la interpretación de la matemática del espiritu hecha tangible a través de la audición. Y la adopté como dirección de mi vida desde hace tanto tiempo. Cuando imaginaba que la raqueta de tenis de mi hermana era una guitarra y haciendo el mate de tocar a toda técnica y virtuosismo las rolas de Hombres G por la noche en la oscuridad de mi cuarto en esos dias del 88. Pase por la necesidad de buscar un maestro, alguien que me enseñara que pedo con la guitarra, y asi conocí a tanta gente, y aunque todavia ande de búsqueda y no haya pasado taanto tiempo, me recuerdo de ellos con cierta satisfacción de haber dado los pasos correctos en lo que necesité. De cómo simples instrumentos fueron para mí toda una herramienta de expresión y creatividad en pensamiento, palabra, obra y omisión. Pasé por los G´s y DuncanDu, Alux Nahual (entre otros), por Guns N´Roses, Bon Jovi y Poison (entre otros), para después volverme Trashero con Bathory, Sepultura y King Diamond (entre muchos) y los conciertos de Guatemala Musical, allá en la zona 8, que después pasaron a la zona 5, en el Olimpia, porque la mara se peló rompiendo los baños y vendiendo mota en la entrada (cosa que continuó con cada lugar de conciertos de todos modos). Ah! que tiempos aquellos. Casi inmediatamente después vinieron los clásicos, Pink Floyd, Led Zeppelin, el Black Sabbath y The Doors (cuando The Doors era de culto y no lo conocía toda la mancha porque no habia salido la película de Oliver Stone, y así) y las bandas de Guatemala de calidad "under" que a mi juicio tenian un propuesta mucho mas interesante que lo que terminó estableciendose como el movimiento musical de Guate en esos tiempos debido claro al factor economico que significa producir un disco y que en la sociedad de Guate, la ley del que mas tiene es la que impera. Y aunque me quedé con Roger Waters y lloré por la muerte de Fredy Mercury, de Ricardo Andrade (en su tiempo) y hace un momento de Syd Barrett, mi conocimiento de la música, por la música que quisiera sigue siendo sólo una fata morgana, y es que hay tanto que escapa a los sentidos, y mi gusto por la música sigue y seguirá siendo por sentirla. Mi último movimiento de entrañas vino con los del Silvermond, superbanda alemana de rock que me llena de emoción al saber que la industria puede seguir produciendo calidad y poder en esta parte del planeta. Poco a poco he ido asimilando todo tipo de música por su contenido energético en lugar del gusto estético que guió mi juicio sobre la música como cuando era adolescente a tal punto de que me molestaba lo que ocurría a mi alrededor, pero así suele ocurrir, lo bueno es que el cambio siempre es bueno.
Labels: Guatemala, musica, pensamientos
3 Comments:
que no se te olviden los de Led Zeppelin! Son maravillosos y muuuy bailables...
cuidate mucho con tu blog,
saludotes,
Iris
Corrigo, perdon, no se te habian olvidado...solo no lei bien. lo siento... ;)
Gracias por el comentario! Te acuerdas de las pedas que se podían tener con esa música?? increible!! Let´s Rock and Roll!!!!
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